Dulce José da Silva Pontes, conocida en el mundo de la ‘world music’ como Dulce Pontes, celebra medio siglo de vida y tres décadas de carrera artística este 2019. Un año muy especial lógicamente para la fadista de Montijo que está convirtiendo cada una de sus actuaciones en una fiesta y una comunión con su público, que acude en ‘peregrinación’ a verla después de tantos años de éxitos ajenos a las modas o al marketing. El paso de Dulce Pontes por Jerez no ha sido una excepción. Como broche de oro a las veladas de ‘Noches de Bohemia’, dentro del segundo ciclo ‘Caló Flamenco a la Fiesta de la Bulería’, la cantante lusitana ha acabado poniendo a bailar a los espectadores que han llenado una noche más el Patio de San Fernando del Alcázar de Jerez.
‘Dulce Pontes, Peregrinaçao. 30 años de carrera’ ha marcado un antes y un después en la carrera de la que es, sin duda, una de las artistas portuguesas más importantes del mundo. Con este espectáculo, ha conmemorado algunos de los éxitos de los que han sido testigos millones de personas en todo el planeta y ha ofrecido un espectáculo sin igual, que se ha centrado fundamentalmente en los temas más destacados de su último álbum ‘Peregrinaçao’, pero que también ha dejado sitio para la emblemática ‘Cinema Paradiso’, que ha venido interpretando con su compositor, el maestro Ennio Morricone, y también para ‘La Leyenda del tiempo’ —con un ‘¡viva Camarón!’ Incluido por parte de la portuguesa—, y hasta ‘El concierto de Aranjuez’.
Un recital muy cuidado en el que la artista, que combina el fado tradicional con otros estilos contemporáneas, ha definido como “un viaje al interior, a lo emocional, a la vida en tiempos convulsos. Un repertorio al que acompañarán también algunas de las canciones más destacadas de sus 30 años de carrera musical como ‘Cançao do Mar’, ‘Lágrima’ y ‘O Infante’, entre otras muchas, que han puesto en pie al público y han hecho vibrar la última ‘Noche de Bohemia’ de la temporada.
Con el guitarrista Daniel Casares y el contrabajista Yelsy Heredia, Dulce Pontes ha hecho gala de su poderío vocal, de su habilidad para conectar con el público sin importar que en muchos momentos parezca jugar con la improvisación. La gran diva del fado ha exprimido el concierto para convertirlo en un gran disfrute para los asistentes a una noche mágica e inolvidable en Jerez.