Noche inolvidable de José Quevedo ‘Bolita’ para celebrar por todo lo alto sus 30 años en la música.
Sin hacer ruido, pero ganándose el respeto de otros profesionales conforme han pasado los años, José Quevedo ‘Bolita’ (Jerez, 1974) ha cumplido tres décadas como artista. Guitarrista, compositor y productor, el jerezano lo ha celebrado por todo lo alto, este pasado sábado, dentro del ciclo ‘Noches de Bohemia’, incluido dentro de la segunda edición de ‘Caló Flamenco a la Fiesta de la Bulería’. Después de aprender desde los 14 años las bases de lo que sería y es su motor de vida, la guitarra flamenca, ‘Bolita’ ha demostrado junto a su Big Band y las diferentes pinceladas de artistas invitados durante la noche por qué es uno de los creadores flamencos más reclamados del panorama actual.
En su 30 aniversario en la música, ha gestado este Caótico (Bolita Big Band), un espectáculo que ha fundido la sonoridad de los metales más pesados con las seis cuerdas de una guitarra ansiosa por gritar canciones nuevas. Este espectáculo, Giraldillo al Diálogo con Otras Músicas en la pasada Bienal de Sevilla, ha vuelto a ser sinónimo de la perfecta y metódica sincronía de todos y cada uno de sus componentes. Un espectáculo que se ha revelado como un organismo vivo, una mezcla de células de diversa naturaleza unificadas en un todo, que ha concluido, en el Alcázar de Jerez, con la participación estelar de la noche de Miguel Poveda. La complicidad de ‘Bolita’ con el cantaor de Badalona ha estado toda de fuera, no en vano son colaboradores habituales y el guitarrista ha producido varios de sus discos.
Esta propuesta, que ha tenido como germen la heterogeneidad de ritmos, de sonidos e instrumentos, ha contado en el elenco con los arreglos musicales de José Carra, el contrabajo de Pablo Martín Caminero, la percusión de Paquito González, el cante de Miguel Ángel Soto Peña ‘Londro’, y las palmas de Carlos Grilo. Además, a diferencia del pasado Festival de Jerez en el que también pudo disfrutarse este trabajo de ‘Bolita’, en esta ocasión ha subido al escenario una ‘big band’ compuesta por ocho músicos de viento.