Manuel Valencia creció con una guitarra bajo el brazo. Espejos siempre tuvo, pero su más firme instructor fue su tío Fernando Terremoto, el encargado de hacer emerger en él un amor y una dedicación a este instrumento fuera de toda lógica. Aunque siempre se tomó la sonanta como un hobby, lo cierto es que con el paso de los años este joven artista jerezano ha desarrollado cualidades a tener en cuenta, pasándose a ser una de las realidades más notorias del panorama flamenco actual.
Todo esto ha servido a Gerardo Núñez para incorporarle a su grupo de trabajo, un privilegio que no está al alcance de cualquiera. De la mano del genial guitarrista, Manuel Valencia ha mejorado a pasos agigantados en muchas facetas y su sonanta rebosa compás, alegría y un soniquete difícilmente habitual.