El segundo Viernes Flamenco de Jerez tuvo como protagonista a Luis Moneo, maestro de los cantes de La Plazuela, a la joven Lela Soto Sordera y al bailaor Fernando Jiménez. Esta terna, junto al resto de acompañantes, fue la apuesta realizada por el Centro Cultural Flamenco Don Antonio Chacón, encargada de la dirección artística.
Fue Lela Sordera la encargada de abrir la noche ante un numeroso público que se dio cita en los Claustros de Santo Domingo. La hija de Vicente Soto Sordera, nieto por tanto de Manuel Sordera, primer gitano nombrado Hijo Predilecto de Jerez, paseó por los cantes por granaína y malagueñas, para seguir por caña y tientos tangos. Culminó su aparición, con el acompañamiento de Antonio Malena Hijo, por bulerías.
El segundo en salir fue Luis Moneo, referente para las nuevas generaciones que tuvo una noche esplendorosa por lo emocionante de su rencuentro con Jerez. Su hijo Juan Manuel Moneo lo arropó, ambos se fundieron en lágrimas cuando se templaron por soleá. Cantiñas hicieron antes, para empezar, y no faltó la seguiriya y el martinete. Concluyeron por bulerías, con un sabor único y el público en pie ante la evidencia de la calidad. A las palmas estuvieron Ali de la Tota y Javi Peña.
Para cerrar, el baile de Fernando Jiménez. El jerezano contó con el cante de Ana de los Reyes, Zambullo y Juan de la María, así como con la guitarra de Fernando del Morao. Interpretaron seguiriya y alegrías, en un derroche de buen hacer, conquistando nuevas fronteras y dejando patente el alto nivel del baile de Jerez. Por bulerías, nuevamente, pusieron el broche de oro a una velada de éxitos.
Fotos: Tamara Pastora